Sigue tu vocación. Dedícate a lo que te haga vibrar. Guíate por la pasión. Atrévete. Métete en los charcos.
Los gurús de la motivación, y a veces yo también, te retarán continuamente a qué sigas tus sueños. “La felicidad se esconde tras ese lugar parapetado tras tus miedos”, “escucha a tu corazón y verás que emoción”, “el universo premia a los valientes” …
No seré yo quien reniegue a estas alturas de estos mensajes, aunque siempre he tenido claro que el universo está más ocupado manteniendo en equilibrio las órbitas gravitacionales de los planetas que organizando galas para conceder galardones individuales al valor. Lo que sí creo es que hay que explicar a los principiantes que seguir tu vocación no es un camino fácil. Te encontrarás obstáculos, entre ellos la paradoja de la que voy a hablar hoy.
Seguir tu pasión despertará la admiración en tu entorno. ¡Bieeeen! Pero también se convertirá en un estigma curricular ¡Ooooohh!