Si has llegado a este artículo a través de una búsqueda de Google similar al título es posible que estés aquejado de promocionitis, una estresante enfermedad que poseen todos aquellos que ven el ascenso como un objetivo per se y no como la consecuencia lógica que llega tras un tiempo de buen desempeño.
Y es que en el tema de las promociones hay mucha tendencia a antagonizar la velocidad con el tocino, debido a ciertas (in) culturas empresariales que se han encargado de extender la creencia de que o asciendes rápido o de lo contrario te ves abocado a acumular grasa en forma de rutina infinita por culpa de tu sedentarismo laboral.