Empieza el nuevo curso, y el hecho de ser padre y a la vez dedicarme a temas de gestión del talento en empresa me permite llegar a una conclusión nada halagüeña para nuestros hijos. Avanza más rápido la innovación en formación en el marco del mundo corporativo que en la escuela.
Lo constato mientras compro ¡9 libros de texto! para un niño de 5 años que está tan acostumbrado a manejar una tablet que cuando tiene una duda importante, se la pregunta primero a Siri y luego a sus padres.
Es evidente que la existencia masiva de libros de texto es un síntoma de que se priorizan los intereses económicos de editoriales, fabricantes de mochilas, y vendedores de ortopedia para columnas castigadas, frente a la innovación educativa. Si me pusiera a escribir sobre este tema acabaría indignado. Así que para empezar el curso de buen humor, casi mejor que me centraré en las novedades para la formación en entorno profesional.