Los que leéis regularmente este blog sabéis que presto mucha atención a las medidas, y estoy hablando de un ámbito puramente profesional alejado de las pasarelas, que quede claro. La intuición no es una habilidad desdeñable y actuar al son que marcan tus tripas no está mal de vez en cuando, sobre todo si es en el ámbito de lo personal. Pero cuando tienes que tomar decisiones sobre un tercero, en aras de la objetividad, tener unos datos sobre los que apoyarte es una necesidad.
Por eso cuando hablamos de gestión del talento y de crecimiento profesional, siempre que las cuentas de la empresa pueda permitírselo, el development center es una herramienta de lo más recomendable.