Dudaba si escribir sobre la amabilidad, me parecía algo tan obvio que no tenía claro que lo debiese remarcar con un artículo.
Sin embargo, observando la crispación que tenemos a nuestro alrededor, pensé que este recordatorio no estaría de más. En el contexto actual, la fatiga y la indignación se cuelan en nuestras vidas con total facilidad, y, si nos dejamos llevar por la inercia, podemos cometer el error de pagar sus efectos en nuestro estado de ánimo con quién tengamos al lado. Cuando se trataría precisamente de hacer lo contrario, al que tenemos cerca es al que hay que dar más cuidado.