El cliente siempre tiene razón. Esta frase que hemos oído desde niños ha sido un mantra del pequeño (y también del gran) empresario durante muchos años. Así que creo que a pesar de que hablemos ahora del “customer centricity” no es realmente una novedad.
Lo que ha cambiado en los últimos tiempos es que el cliente, además de la razón, ahora tiene mucho más poder. La opinión de un cliente ya no sólo cuenta para el empresario, sino para otros clientes, cientos de miles si la publica en redes sociales o páginas populares. Con lo que tener un cliente satisfecho no es sólo un objetivo, sino también una necesidad.
Por eso las empresas necesitan más que nunca tener empleados que se preocupen de verdad por el cliente.