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La detección del talento no es el final del camino

“¡Eureka!” Se oye por los despachos de RRHH cuando por fin se tiene una lista con todo el talento de la empresa identificado. No es para menos, es el resultado de meses de entrevistas con los jefes, de implantación de procesos de evaluación más o menos sofisticados, de un tira y afloja final, con regateos dignos de bazar egipcio, para alcanzar una vez más los dictados de mi querido (nótese la ironía) tío Gauss o de su primo Pareto.

¿Ya podemos descansar tranquilos?… Pues me temo que no. Me temo, que aunque a veces no lo parezca, esto es sólo el principio del camino.

Talento

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El liderazgo y la “Trump formación” digital

Hay posts que cuando los escribes sabes que te harán ganar lectores. Este es uno de ellos. Lo que pasa es que los lectores que voy a ganar probablemente sean de la CIA, porque como los más sagaces habréis deducido por el título y la ilustración que acompaña estas palabras, hoy voy a hablar sobre Trump.

Que haya quién confunda el cuestionable uso del nuevo presidente de USA de las redes sociales con una competencia del liderazgo 2.0 es de guasa. Es la típica cosa que aparenta ser algo que en realidad no es. Vamos, un Trump-antojo.

Trump formación digital

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No es lo mismo humildad que invisibilidad

Ay, las tradiciones, esa forma indirecta de educar. Ese modo de inculcar coordenadas inamovibles en nuestros mapas mentales. Esa estrategia, normalmente involuntaria, para tergiversar palabras y conceptos… como la humildad.

Estamos en Semana Santa, época particularmente representativa en lo que al mundo de las tradiciones se refiere. Aquí los cofrades utilizan capillo porque parece ser que el sacrificio debe ser anónimo. No voy a cuestionar esto, no quiero meterme a opinar en terrenos ajenos. Pero una cosa si tengo clara, que no te engañen, en tu vida laboral no debes ser un nazareno.

Humildad Nazareno

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La transformación digital no es para mí

Hay gente que cada mañana además de ducharse, peinarse, y lavarse los dientes, probablemente también se embadurna con aceite de pies a cabeza para conseguir que todo le resbale.

Cuando los vientos de cambio soplan con más fuerza que nunca, hay quien prefiere la (aparente) tranquilidad de su refugio de agnosticismo.

También los hay que sacaron la calculadora, y con la mente puesta en la meta de la jubilación prefieren hacer oídos sordos a aquello que altere su entorno de cotidianidad controlada.

A todos ellos los visualizo con boina y bajando de un taxi (por supuesto ni Uber, ni Cabify), mirando a su alrededor y exclamando a lo Paco Martínez Soria: “La transformación digital no es para mí.”

La transformación digital no es para mí marco

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