Afortunadamente la idea del buffet libre es posterior a la existencia de Darwin. De haber estado en uno, su teoría de la evolución de las especies hubiera acabado en el fondo de una papelera.
El buffet, al igual que cualquier red social, conforma un microcosmos de interacción humana en el que, únicamente mediante la observación, podemos aprender muchas cosas de quienes lo habitan. Por tanto, sin temor a equivocarme, puedo decir que podrían ser utilizados como una potente herramienta de selección.
En ellos, la gente potencialmente tóxica se identifica con gran facilidad. A estos dedico mi post de hoy, los denominaremos los buitres del buffet.