El post menos leído en el último año en este blog fue precisamente el que utilicé para felicitar la Navidad. Está claro que aunque mis lectores son (sois) seres agradecidos y joviales como una pandereta, no se conforman con un contenido tan superficial como una mera felicitación, con unas líneas de introducción como único acompañamiento.
Así que este años me lo voy a currar más. Os deseo por supuesto que paséis unas felices fiestas y también todo lo mejor para el 2016. Os dedico la felicitación que acompaña el post, pero antes de dejaros hasta el año que viene para dar prioridad a la familia en estas fechas, he decidido dejaros también un cuento… a ver si el año que viene el espíritu navideño no queda en el último lugar. Sed buenos y que los Reyes Magos o Papá Noel (depende de cómo acaben los pactos post electorales) os ayuden a cumplir todos vuestros deseos profesionales.