Recuerdo cuando hace un lustro comencé esta aventura del blog “En buena compañía”. Sabía que no sería algo pasajero, porque quería que fuera un reflejo de mi manera de entender la gestión del talento, y tenía claro que eso no se contaba en tres posts.
Lo de empezar escribiendo a ritmo semanal era una apuesta arriesgada, pues como constaté muchas veces durante los primeros años en los que seguí este ritmo, más de un miércoles me obligó a quedarme hasta las tantas para cumplir el compromiso que había pactado conmigo mismo y por ende con los lectores.
Siempre que recuerdo el inicio recuerdo también aquella pregunta que me hacía ¿Seré capaz de escribir 52 artículos? Esa era la duda que me carcomía durante las primeras semanas, pues pensaba que aguantar menos de un año sería casi una obligación. Hoy, con más de 200 post a mis espaladas aquellos temores se han disipado, y me encuentro satisfecho por haber conseguido plasmar mis ideas sobre el apasionante mundo de las personas en las empresas, y sobre todo, por disfrutar por el camino con esta aventura.

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