Después de hablar someramente sobre las posibilidades de las metodologías agile en RRHH, y tras comprobar el interés que suscita el tema, no me queda más remedio que, como prometí, ir adentrándome en algunos procesos de la gestión de personas para plantear posibles modos de agilizarlos.
Empezaré por el reclutamiento, quizás con el que menos interacción tengo a día de hoy. ¿Por qué empezar por aquí entonces? No sé si deberá a mi nivel de inconsciencia, es posible, pero, sobre todo es porque una queja constante que he oído (incluso de mis labios), en todas las empresas en las que he formado parte y en aquellas con las que he colaborado, es que el proceso de contratación es tan oneroso que incluso a veces se caen los buenos candidatos por el camino. Por tanto, no hablamos de una mejora, sino en mi opinión de una necesidad de cambio.