Las carreras universitarias de nuevo a debate a raíz de la noticia de que Google va a crear sus “Google Career Certificates” Sin conocer suficientes detalles aún, solo que serán una colección de cursos de unos seis meses de duración con una clara orientación a la preparación para trabajos muy concretos, sí me atrevo a decir que me parece una buena noticia pero que desde luego no lo considero la panacea del aprendiz, ni debería ser una amenaza para las universidades de nuestro país.
A priori lo veo como un complemento, y, percibido como una oportunidad, la ocasión para abrir los ojos y mejorar nuestro sistema educativo actual. En el peor de los casos, si lo percibimos como una amenaza, espero que sirva para ver las orejas al lobo, y comenzar a cambiar, aunque solo sea por pura supervivencia.
Tiene narices que yo que he dicho mil veces la manida frase “lo que estudie en la carrera me ha servido para poco a la hora de trabajar” venga aquí a defender los títulos universitarios, pero afortunadamente el tiempo te da perspectiva, y la comprensión de que lo que te da la universidad va mucho más allá de los contenidos de un temario.
Las carreras universitarias no son perfectas, ni se acercan, pero, insistiendo en que me falta información aún, tampoco lo puede ser un certificado de 6 meses concedido por Google.
A lo largo de mi vida he tenido la oportunidad (la suerte) de estudiar una carrera universitaria, y posteriormente he cursado programas y certificaciones de la duración de las que va a crear Google… y creo que cada cosa te aporta un valor en un determinado momento, pero que no pueden verse como alternativa (que algunos tratan de pintar) sino como complemento.
Hablo a nivel nacional porque en EEUU , que es donde lo han inventado, a la hora de titularse tiene excesivo peso la variable monetaria, y desde luego que esto puede ser una alternativa para acceder a buenos trabajos para aquellos que no tienen recursos económicos. Ahí radicará probablemente el secreto de su éxito en Yankilandia.
Pero en España la situación es y será distinta mientras (casi) todo el mundo tenga acceso a la universidad pública (¡qué importante es no perder esto!). Por eso me da miedo que estos programas de Google sean vistos por algunos como un atajo. Para una generación que prefiriere los textos de no más de 240 caracteres, los vídeos de no más de un minuto, y ver las series a velocidad “x8” … esto de los career certificates en 6 meses puede ser una invitación a uno de los males de nuestro tiempo: la titulitis.
Y yo que siempre he estado en contra de la titulitis y que lo que más busco en un curriculum es la traducción de su contenido en habilidades concretas, quiero ahora reflexionar acerca algunas de las competencias que adquirí en mi época universitaria, y que probablemente no podría haberme dado un curso de seis meses.
- Resiliencia: Empecemos por una competencia que no está viniendo nada mal en este año covid y que ha suscitado interés general cada vez que he escrito de ella . Para muchas personas, entre las que me incluyo, la universidad es el primer lugar que te pone frente a la adversidad de suspender (al menos en mi época, el primer año de casi todas las ingenierías eran casi un método criba, un campus de resiliencia). Nuevos métodos de enseñar y de estudiar, nuevos hábitos de vida, nuevas materias complejas de aprender… demandan capacidad de adaptación para sobrevivir, y esa resiliencia tan necesaria para llegar al final de la carrera (literal y metafóricamente). La universidad forja un carácter, y suele ser sinónimo de constancia.
- Colaboración: Y vosotros diréis… ¿Pero también habrá que colaborar con los compañeros de una certificación de 6 meses? Claro que sí, pero no es el mismo tipo de colaboración. La colaboración a primera vista (con personas a las que acabas de conocer) se suelen basar en una repartición más o menos igualitaria de tareas, prima lo políticamente correcto. Las relaciones a largo plazo que construyes en una carrera universitaria sin embargo suelen evolucionar a un modelo de colaboración más auténtico como el que encontrarás (idealmente) en el mundo de la empresa: una repartición de tareas en función de las fortalezas de cada uno para alcanzar un objetivo común, y donde las cosas se hablan a la cara y sin tapujos.
- Toma de decisiones: Intentar aprobar todas las asignaturas cada año y con buena nota es un privilegio al alcance de muy pocos en el mundo universitario. La mayoría se ven (nos vemos) en la tesitura de decidir cuestiones críticas como si se presentan a todo o no, o sobre qué asignaturas necesitan más atención y cuáles menos. Quizá ahora lo vea desde la distancia casi como algo anecdótico, pero la primera vez que en un mes de Mayo me di cuenta que no era realista intentar abarcar todas las asignaturas en Junio y que tenía que decidir a cuáles no me iba a presentar, fue un momento de sudor frío corriendo por mis sienes. Con el paso de los cursos aprendí a tomar estas decisiones sin llevarlo a lo personal (fustigarse no suele ser de mucha utilidad), y teniendo cuenta que los exámenes sacrificados debían revertir en beneficios a largo plazo. La toma de decisiones en la mayoría de los casos consiste en aprender a renunciar.
- Visión: Recogiendo la reflexión del punto anterior. Sumando variables como asignaturas troncales, asignaturas de libre configuración, equilibrio entre vida personal y estudio, y, sobre todo, posibles salidas laborales y necesidades económicas… el período universitario te obliga por primera vez a desarrollar una visión de hacía donde quieres ir y cómo (estaría bien que esto sucediera antes, pero la realidad es que suele suceder en la universidad)
Hay más, posiblemente muchas más, pero el objetivo del post de hoy no es hacer un glosario de todas ellas, si no simplemente poner de manifiesto que la propuesta de Google puede ser buena y probablemente muy práctica, pero no puede ser un atajo a otros estudios tradicionales.
Y, por supuesto que la universidad no es el único camino, pero sí es un camino bueno. Mejorable, eso sí.
Quizás sea el momento de revisar si se pueden acortar algunos años esas carreras universitarias de larga duración que te dejan en el mundo laboral en el umbral de los 30, de buscar una actualización más dinámica de algunos contenidos que se adapte a las necesidades que demanda la sociedad. Quizás sea el momento de buscar modelos híbridos entre el actual y ese modelo de certificación Google que podría servir como colofón a una carrera tradicional previamente recortada en años, facilitando así el paso al mundo laboral.
Creo sinceramente que la propuesta de Google es una buena noticia porque ayudará a evolucionar el sistema educativo. Pero existe la necesidad, como en toda transformación, de una mirada retrospectiva para identificar lo bueno del sistema actual, y así tratar de mantenerlo (o mejorarlo) para la próxima versión.
graduate by Gan Khoon Lay from the Noun Project
Es muy interesante lo que dices aquí, hay que saber direccionar el propósito de nuestras vidas con las metas que nos colocamos y esto ayudara a ver que el esfuerzo y la excelencia nos ayudara a surgir. por que no sirve de nada tener profesionales con un mar de conocimiento pero 10 centímetros de profundidad