Que este aniversario sería tan distinto no lo veía venir. Tenía claro que este 2020 vendría cargado de cambios, pero no podía imaginar hasta qué nivel. Así que, en estos días, poder celebrar que este blog cumple seis años no es solo una alegría, sino también la constatación de que, dentro del mundo actual de incertidumbres, siguen quedando algunas constantes.
Hoy me quito la mascarilla y me pongo en su lugar un matasuegras y el gorrito de cumpleañero, y no pierdo la costumbre de celebrar el aniversario de la mejor forma en que puedo hacerlo: escribiendo un post.
¿Por qué sigo escribiendo un blog después de seis años? Esa es una gran cuestión que me planteo sobre todo cuando mi agenda está hasta arriba y tengo que hacer equilibrismo para sacar tiempo para crear un post. Así que cada aniversario me conviene recordármelo y de paso compartirlo con aquellos que se estén planteando dar el paso.
La primera razón es que siento que tener el blog me fuerza a buscar tiempo para aprender y curiosear, para estar al tanto de lo que hacen los demás, tener que publicar regularmente es un antídoto contra la obsolescencia.
La segunda razón, un blog es la tarjeta de presentación ideal para un tímido como yo. La mejor manera de intercambiar opiniones y compartir espacio con profesionales a los que admiro y a los que en el mundo real habría tardado mucho más en acercarme.
Y según pasa el tiempo, y seis años son muchos en vida blog, uno también se siente en deuda con los lectores, con esa gente que de manera más o menos explícita te muestra su apoyo y te anima en este camino. A algunos de ellos los he ido conociendo, por Twitter, por LinkedIn, por mail, por teléfono e incluso en persona. Y su cercanía también me ayuda a que, aunque el blog siempre ha partido de un concepto de opinión más que de estudio concienzudo, cada vez me sienta mejor imprimiendo una faceta más personal si cabe.
Pensando en la evolución del blog supongo que irá por ahí, porque cuando hablamos de recursos humanos hablamos de personas, y ese es un campo lo suficientemente amplio para quizá no quedarme acotado dentro de la empresa. En estos tiempos de coronavirus he sentido más ganas de escribir sobre lo que me ocupa (o preocupa) sin importarme que estuviera ceñido al contexto del mundo de los negocios. Supongo que algún día acabaré escribiendo artículos sobre mis viajes, o sobre las películas o libros que me gustan… no sé, siento que cada vez me encuentro más entre amigos… aunque no dejen de llegar nuevos lectores cada día.
Espero que si viro en el contenido de mis publicaciones me sigáis acompañando o me ayudéis a rectificar… Aquí no perdemos de vista el concepto de agilidad
Se abre ahora un periodo muy duro para muchas personas, y muy interesante desde un punto de vista de evolución social y humana.
Ojalá que el séptimo aniversario de este blog ocurra en un contexto muy distinto. Ojalá que sepamos reconstruir todo esto, y ojalá que para ello seamos capaces de hacerlo sobre unos cimientos en los que siempre hemos creído en este blog: los valores personales.
Porque si tuviera que elegir una sola razón por la que continúo escribiendo aquí, es porque siento que es una actividad totalmente alineada con mis valores personales, y el sentimiento de gratitud y plenitud que proporciona eso, como decían en aquel famoso anuncio, no tiene precio.
Sixth Birthday Cake by Annaryn Medina from the Noun Project