Que este aniversario sería tan distinto no lo veía venir. Tenía claro que este 2020 vendría cargado de cambios, pero no podía imaginar hasta qué nivel. Así que, en estos días, poder celebrar que este blog cumple seis años no es solo una alegría, sino también la constatación de que, dentro del mundo actual de incertidumbres, siguen quedando algunas constantes.
Hoy me quito la mascarilla y me pongo en su lugar un matasuegras y el gorrito de cumpleañero, y no pierdo la costumbre de celebrar el aniversario de la mejor forma en que puedo hacerlo: escribiendo un post.