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Caer mal está bien si aciertas a quién

No, no me gusta caer mal a nadie. De hecho, si de algo he pecado en la vida es de intentar lo contrario, caer bien a todo el mundo.

Es un propósito noble que además redunda en tu propio beneficio, conseguir que la gente a tu alrededor esté feliz es el modo más rápido de serlo tú mismo.

Lo que pasa es que cada uno de nosotros tiene una forma diferente de interpretar la vida en función del mapa mental que la genética, la educación, la idiosincrasia del lugar donde vive y la curiosidad por entender a los demás han configurado en su cabeza. Somos tan distintos, que haciendo algo para caer bien es posible llegar a caer mal. Por eso es tan difícil conseguirlo hasta en tu entorno más cercano y personal.

En tu entorno laboral, y si eres jefe, es casi imposible.

Caer mal

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