No debería haber un día marcado para pensar en nuestras motivaciones y aspiraciones, tendría que ser un proceso continuo. Aunque desde luego que la fecha esté señalada en nuestro calendario laboral no es algo malo, todo lo contrario, indica que la compañía en la que estamos al menos se preocupa por el desarrollo de sus empleados e intenta asegurar un espacio de tiempo para que piensen en el mismo.
Lo que sin duda sí es un error imperdonable es que tanto manager como empleado pasen de puntillas por la misma, la conviertan en un mero trámite y no le extraigan todo el jugo que se le puede y debe sacar.
Y es que a veces parece que no nos damos cuenta que el tema central sobre el que versa dicha conversación es nuestra vida.