¿Oíste ayer al rey dando explicaciones sobre su abdicación? ¿Has oído últimamente a algún político negar un caso de corrupción o a un banquero justificar su millonaria pensión? ¿Tienes un hijo adolescente que con ojos vidriosos te jura entre balbuceos ininteligibles que a él no le gusta el botellón?
Pues entonces seguramente también has pronunciado una de las frases más populares del español:
“A mí lo que más me fastidia* de todo esto es que nos tomen por tontos”