Se habla muy a la ligera de la cuesta de Enero, pero apenas si se nombra la de Agosto, aquellos que agotaron las vacaciones en Julio y no digamos los que aún no se las han cogido, tienen por delante unos días muy largos cuya longitud no tiene apenas que ver con la duración de la luz solar.
Llámese desidia, apatía, abulia, agnosia o absentismo mental. Sea a causa del calor, la reducción de las horas de sueño, la ausencia de clientes y colegas, o las continuas ensoñaciones con ruido de olas al fondo… El caso, es que Agosto es un mes muy dado a mermar nuestra productividad, y digo yo, que ya que tenemos que ir a la oficina, deberíamos sacar algún partido porque como diría aquel filósofo manchego… “Ir pá ná es tontería”