Hace muchos años, cuando una pelusilla preadolescente comenzaba a ennegrecer los bajos de mi nariz, alguien me regaló un libro diferente. Se trataba de un concepto nuevo, revolucionario y que se había puesto muy de moda: la colección “Elige tu propia aventura.”
Desde un punto de vista literario, aunque mi memoria no tenga registros muy claros, me atrevo a decir que eran bastante malos, pero el hecho de ser tú el responsable del final era lo que te empujaba apasionadamente a su lectura.
Pues bien, si planeas un cambio profesional te sugiero que recurras al formato “Elige tu propia aventura” lo que pasa es que esta vez antes de leerlo tendrás que escribirlo.
Empieza por el final, salvo que seas masoquista deberá ser un final feliz. Una parte muy importante de satisfacción, un poquito de orgullo, un puñado de reconocimiento y sobre todo una sonrisa muy grande en tu cara que se explica porque has logrado vivir y sobrevivir haciendo lo que más te gusta.
Regresa al principio, el principio siempre debe comenzar unos instantes después del momento presente, en cuanto pares de escribir. No empieces mañana lo que puedas empezar hoy.
Imagina todas las cosas buenas que quieres que te ocurran y empieza a encadenarlas una tras otro. Tendrás el primer recorrido completo. ¿Imposible? Desde luego que no, pero quizá te ha quedado una historia corta, aburrida y carente de aprendizaje para el lector.
Transfórmate en el más pesimista de tus amigos, o sencillamente en la madre más conservadora. Comienza a introducir sus negros vaticinios intercalados entre las páginas de tu libro. No importa como lo unas, pero recuerda que al final debes crear una bifurcación lógica y coherente que desemboque en ese final feliz.
Los demás eventos que te permitan entrelazar nuevas líneas argumentales créalos a través de tus experiencias pasadas y también de las de otras que alcanzaron un final parecido al de tu libro. Esa parte de realismo que no debe faltar.
¿Tienes ya tu libro de Elige tu propia carrera profesional? Enhorabuena, tienes un plan de transición.
Este libro no lo leerás, lo vivirás. Y las historias que has inventado podrán llegar a suceder o no, pero si llegan no te pillaran por sorpresa. Cuando vives tu propia aventura de cambio profesional el camino está jalonado de retos y dificultades pero si los habías previsto, tras el sobresalto inicial, podrás constatar que formaban parte de tu plan y seguir adelante sin temor. El miedo y las incertidumbres son tus mayores amenazas, por eso si las reconoces y las tienes catalogadas, tener un guión al que agarrarte te dará seguridad. A fin de cuentas, ese relato lo hiciste con la cabeza fría y acababa bien, ¿no?
En los libros originales, si veías que las cosas iban mal, aparecía la tentación de volver atrás. Pero eso es trampa, simplemente porque ignora el espíritu con el que el libro fue escrito, elige tu propia aventura, ni la mejor, ni la peor, simplemente la tuya. Distinta a los demás. Pero siempre hacia adelante.
Aunque se te haga largo, aunque no te guste, aunque te haga temblar las canillas, sigue leyendo. Es la única manera de llegar hasta el final.
Y cuando alcances la última página con esa sonrisa gigantesca que explica que estás haciendo lo que te gusta, las dificultades y los miedos habrán servido para hacer más épica tu historia y más memorable tu hazaña. Y cuando tengas que contarla notarás que se te hincha el pecho.
Elige tu propia carrera profesional, tu propia aventura. Y haz que la historia de tu vida se convierta en la más apasionante de todas las lecturas.