Desayuno hoy con la victoria de Trump y, casualidades de la vida, me ha venido la inspiración para escribir sobre este tema. Sí, lo reconozco, el nuevo jefe del mundo occidental me cae mal, ¿qué puedo hacer? Pues para empezar, y probablemente para terminar, tomármelo con humor.
A los amigos lo eliges en la vida, pero tus compañeros vienen con el puesto, por eso es difícil asegurar que todos te vayan a caer bien, es una mera cuestión de probabilidad. La cosa se complica cuando aquella persona por la que no profesas la mayor de las simpatías es precisamente a quien tienes que reportar.
He aquí unos cuantos consejos pragmáticos para sobrellevar esta situación.
- Lo primero es reconocerlo: Puedes tener poderosas razones, puede ser un sentimiento espontaneo que ha brotado en tu interior, o puede ser simplemente consecuencia de tu mala educación. Qué más da. La realidad es que te suben las pulsaciones cada vez que interactúas con esa persona, el carácter te vira a peor y sientes un irrefrenable deseo de pisarle un pie. No sé cómo has llegado a esta situación, pero ten en cuenta que a partir de ahora tú no eres objetivo. Por eso cada vez que coincidáis en una reunión tienes que tratar de separar el cabreo que por defecto llevas a la cita, del tema que vais a tratar. No dejes que ese sentimiento negativo sesgue tu opinión profesional. Que tu jefe te caiga mal no es excusa para gestionar tus tareas con menos rigurosidad. Las malas noticias son que a partir de ahora tendrás que prestar mayor atención a sus palabras, hasta el punto que consigas escucharlas por encima de esa vocecilla en tu interior que te grita constantemente que es idiota
- No hay mal que cien años dure: Nada es eterno, tu jefe tampoco. Es más, las personas que ostentan puestos de responsabilidad suelen moverse más rápido de posición porque pasarse mucho tiempo en la misma les provoca estrés y sensación de estancamiento profesional. Ponerte una capa impermeable y esperar a que escampe es una opción, aunque no la que más recomiendo… ten en cuenta que la vida sin sol es más triste.
- Dale una oportunidad: Me acusaréis de buenismo una vez más, pero tengo que decir que la verdad es que normalmente cuanto más conozco a una persona más fácil me es congeniar con ella. Desgraciadamente al trabajo mucha gente acude con el disfraz que cree adecuado para su posición, pero si rascas un poco encontrarás un ser humano con cosas en común contigo: seguramente quiere a sus hijos, coopera con alguna ONG, o es de tu mismo equipo de fútbol.
Buscar puntos de encuentro con quién tienes enfrente, en lo personal y, por supuesto, en lo profesional, siempre suele ayudar.
- La solución siempre está en ti: Vale, lo considero difícil, pero voy a aceptar que en tu caso estamos hablando de un absoluto cretino (o cretina) irredento, con el que no hay manera de encontrar un punto de encuentro. Entonces debes pasar a la acción….en tu interior, lo que significa que debes gestionar tus emociones para conseguir que te afecte lo mínimo posible. O en tu exterior, trazando un plan de huída. ¿Dejar tu departamento? ¿Hablar con RRHH? ¿Dejar tu empresa? ¿Por qué no? La vida es demasiado corta para convivir con una amargura que te devora y te enferma (en algunos casos literalmente) cada día. Una amargura que, llegados a este punto, vas a proyectar en los de tu alrededor. La solución está en ti, no seas rehén de tus miedos… nunca quieren lo mejor para tu vida. Hay una tercera vía, puedes conseguir su CV y ponerlo a circular por las manos de los headhunters…
- Tómatelo con humor: Sí, lo de la tercera vía era un ejemplo de esta actitud, iba en broma. Lo sé, en tu situación actual sonreír no es lo que más te apetece, pero siempre es una gran opción. Cambia tú perspectiva… desde muchos ángulos tu gran problema sólo se percibe como un átomo dentro de una mota de polvo. Sé que esto es fácil de decir, pero te lo prometo, si ríes lo suficiente, bailas lo suficiente y amas lo suficiente, que tu manager te caiga mal será solo una pequeña sombra en un mundo soleado. Así que pon todos tus esfuerzos en reír, bailar y amar… y verás como el problema con tu jefe comienza automáticamente a menguar.
Scared of Boss by Gan Khoon Lay from the Noun Project