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¿Sabes quién eres?

Admito que cuanto más me conozco menos sé quién soy. Nos hemos montado un mundo en el que cada vez resulta más complejo encontrarse a uno mismo. Rodeados de inercias, prisas, identidades laborales impostadas, creencias sociales heredadas, “quieros” y no “puedos”, y “puedos” que, por lo que sea, no acabas de querer… cada vez cuesta más localizar al Wally que mora en tu interior, por mucho que intente llamar tu atención con su conjunto de rayas rojas y blancas.

quien eres

 

Decía Ortega aquello de “Yo soy yo y mis circunstancias”, y no seré yo quién le quite la razón al sabio filósofo. Pero si me atreveré a matizarlo: “yo soy mis circunstancias y un poco yo”

Qué difícil resulta ser auténtico en una sociedad llena de tanta impostura. Y no es solo una cuestión de valor, ni siquiera de valores, sino de poder reconocer tu esencia entre tanta confusión. Qué complicado distinguir entre la falta de aceptación social y la locura, entre modas y modos, entre deseo y envidia, entre satisfacción y conveniencia.

Nos devora la angustia por alcanzar el siguiente objetivo, y no nos importar caminar sin rumbo, dando tumbos, porque puede parecer que si no avanzas estás perdido. Hemos llegado a un paradójico punto donde a menudo la calma, la reflexión y el silencio pueden provocar ansiedad.

Es por todo esto, que el mero hecho de parar de vez en cuando para poner un poco de cordura y tratar de definir tu destino final se puede considerar algo excepcional, casi heroico. Cuando en realidad debería ser un básico de nuestro armario vital que deberíamos ponernos para salir a la calle cada día.

Saber dónde vamos es bueno, no lo vamos a negar, pero no debería ser el lugar por el que comenzar tu ruta.

Saber quién eres y dónde estás es el primer paso para afrontar cualquiera camino con éxito. Y luego ya, si eso, podremos definir nuestra siguiente meta con rigor y hasta con pausa.

¿Cuánto tiempo has dedicado últimamente a preguntarte quién eres más allá de aquel día en el que te quedaste tres segundos, absorto, contemplando una fotocopia de tu DNI?

Reconócelo, tú, al igual que yo, has dejado que las falsas urgencias engullan a lo realmente importante por los pies, y a veces resulta más sencillo y parece más seguro, seguir sentado en ese tren de alta velocidad sin conductor y sin rumbo que apearse en marcha.

La velocidad y la confusión alimentan de excusas al miedo. Nunca temas descubrir quién eres.

¿Quién eres? ¿Qué te hace feliz? ¿Qué cosas hacen que el tiempo vuele? o, como diría Ken Robinson: ¿Cuál es el elemento en el que sientes que fluyes? (si no has leído su libro “El elemento” empieza por ahí tu búsqueda interior)

Ahora que se acerca el nuevo año y todo el mundo se dedica a planificar objetivos, cambia el paso y recula, porque en la vida, como en el Monopoly, puede ser una suerte volver a la casilla de salida en mitad de partida.

Mi deseo para los lectores del blog (y también para su autor) en este cercano 2023 es que descubráis quién sois. Y luego ya, si eso, que tengáis el valor de actuar con coherencia.

 

Waldo by Stefan Spieler from Noun Project

Jesús Garzás

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