Hubo un tiempo en que este tipo de mantras sobre la tecnología tenían una base lógica. Tiempos en que al ordenador había que sacarle la utilidad a base de comandos, tiempos en los que el interfaz de las máquinas era un simple y poco amigable cursor parpadeando, tiempos en los que mis padres aplicaban frases como esa a la programación de las grabaciones del vídeo y se quedaban tan anchos.
Desde entonces empresas tan admiradas (y a veces tan criticadas) como Microsoft o Apple, se empeñaron en poner las cosas fáciles a la sociedad, mejorando la experiencia de los usuarios, y transformando lo complejo en intuitivo.
No, no es que la tecnología no se te dé bien, es que te da miedo, o (peor aún) pereza utilizarla. Pero la realidad es que hoy en día la única excusa aceptable desde una perspectiva puramente lógica es que hay tanta que es difícil abarcara toda.