2

La tentación de usar la formación como premio

Yo he caído en esa tentación con la formación, y posiblemente tú también. El presupuesto para subidas no te llega, y sabes que esa persona se merece una recompensa por el buen desempeño que ha tenido, así que le asignas un curso y se lo “vendes” como si fuera un extra en la remuneración.

Pues bien, creo que la mayoría de las veces eso es un error.

formación premio

Seguir leyendo →

2

Controlar para felicitar, todo un descubrimiento.

Me encanta aprender y descubrir nuevas cosas, por eso a lo largo de mi vida profesional siempre que he asistido a cualquier tipo de formación lo he hecho con la mejor predisposición, lo cual no ha impedido que unos cuantos cursos hayan pasado por mi vida cual rastrojo por película del oeste, sin pena ni gloria, y sin más misión que formar parte del atrezzo de mi hoja curricular.

Otros, la mayoría, me han enseñado nuevas técnicas que durante las semanas posteriores he tratado de poner en práctica con una férrea disciplina que con el tiempo han acabado disolviéndose cual Couldina en vaso de agua dejando un pequeño poso en forma de buenos hábitos adquiridos que han contribuido a una mejora personal. Eso lo considero un dinero y un tiempo bien invertidos.

A veces, no muchas veces, sucede algo que hace que un curso merezca la pena al instante: escuchas algo que activa algún resorte mental y te cambia la manera de mirar al mundo para siempre. Es la magia de escuchar verbalizado algo que en tu fuero interno sabías sin saber. Eso me pasó a mí durante un recomendable ciclo de formación a mandos intermedios de Otto Walter cuando nos hablaron acerca de una herramienta: Controlar para felicitar.

Confeti_560

Seguir leyendo →