Con la formación en las buenas compañías pasa como con la alimentación en el mundo occidental, uno sufre un verdadero daño moral al ver todo lo que se desperdicia y malgasta mientras en otros lugares paradójicamente la carestía es la única que abunda.
En la mayor parte de los cursos que he gestionado el índice de abandono previo era aproximadamente del 15%. E incluyo únicamente los debidos a motivos de trabajo, no los causados por bajas médicas e imprevistos personales.
Abandonos del tipo: “Tengo un marrón muy grande entre manos que si no lo soluciono yo se acaba el mundo así que entenderás que falte al curso”
Pues no, no entiendo en primer lugar que hayan dejado el mundo en tus manos y, en segundo lugar, que prefieras estar enzarzado en un marrón a aprovechar una oportunidad única para mejorar tus habilidades profesionales.
Si eso sucede es sin duda porque hay algo que podíamos haber hecho mejor.

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